Características del Boj:
Follaje densamente compacto: El Boj (Buxus sempervirens) es conocido por su follaje verde oscuro y denso, que forma una apariencia compacta y uniforme.
Crece lentamente: Es una planta de crecimiento lento, lo que la hace ideal para setos y topiarios, ya que mantiene su forma durante mucho tiempo.
Versatilidad de formas: Debido a su capacidad para ser podado y moldeado, el Boj puede adoptar una variedad de formas, desde esferas perfectas hasta formas geométricas más elaboradas.
Flores discretas: Produce pequeñas flores verdosas o amarillentas en primavera que no son especialmente llamativas, seguidas por pequeñas cápsulas de semillas.
Perenne: Mantiene su follaje verde durante todo el año, lo que proporciona interés visual incluso en los meses más fríos.
Mantenimiento del Boj:
Exposición solar: Prefiere lugares con luz solar parcial o sombra, aunque puede tolerar pleno sol en climas más frescos. En zonas más cálidas, es preferible proporcionarle algo de sombra durante las horas más calurosas del día.
Suelo bien drenado: Necesita un suelo bien drenado y fértil. Sin embargo, puede tolerar una variedad de tipos de suelo, siempre que no estén constantemente encharcados.
Riego moderado: Es resistente a la sequía una vez establecido, pero necesita riego regular durante períodos secos. Evite el riego excesivo, ya que el exceso de humedad puede provocar enfermedades fúngicas.
Poda regular: La poda es esencial para mantener la forma deseada y la densidad del Boj. Se puede podar en primavera o principios de verano, evitando la poda en otoño, ya que puede estimular el crecimiento nuevo que sería susceptible a daños por heladas.
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